Son nuestras consejeras, nuestras cómplices, corremos al lado de ellas para hablar de nuestras cosas: desde una simple compra hasta nuestros más íntimos secretos.
Una madre: Es tan necesaria como el aire que respiramos, nos puede faltar todo, pero nuestra madre no. Mujer linda, valiente, trabajadora y luchadora, siempre detrás de nuestras cosas para ver cómo estamos. Muchas veces, puesto que la tenemos tan cerca, damos por sentado que siempre estará y no la valoramos ni damos el lugar que merece.
¡Cuántas personas darían todo por volver a tocar sus manitas, aunque fuese sólo por unos minutos! Pero ya es tarde para ellos, ya no está, se ha ido y no volverá. Ante esta situación lloramos, sí, lloramos por no haber dado más de nosotros mismos para apreciarla o decirle “te amo mamá, aquí estoy para lo que quieras”.
Si todas las mujeres son hermosas por naturaleza y la infinidad de valores y virtudes que las caracteriza, ahora imagínense cuando se convierten en madres, son ese ser especial y único en la tierra que tiene un grado de divinidad y protección, en una palabra, las madres son amor.
Una muestra de entrega y de arduo trabajo que significa ser madre, las madres son el mejor ejemplo de entrega y perseverancia. Sus hijos representan el esfuerzo de toda una vida y son motivo de momentos de orgullo que perdurarán en su corazón siempre.
Has del día de las madres una fecha especial.
Regala una vida de cero maltratos y denigración a esa mujer que te trajo al mundo.
Obsequia un plan ilimitado de abrazos, caricias, mimos sin fecha de caducidad extendida hasta la vejez.
Finánciale a mamá paquetes de minutos para compartir y escuchar aquella que también fue amiga y consejera.
Espero que haya sido de su agrado y que les haya ayudado a reflexionar un poco, es importante ya que a través de la reflexión alcanzamos un mayor conocimiento y desarrollo personal.
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